martes, 31 de enero de 2012

COLUMNA DE CINE EN L'INFORMADOR 03-12-2011


Cómo han cambiado las cosas… Eso es lo primero que he pensado cuando he leído que el estudio 20th Century Fox está luchando para que Andy Serkis, el actor que prestó sus movimientos al simio César, protagonista de ‘El origen del planeta de los simios’, sea nominado al Oscar en la categoría de mejor actor de reparto por este papel.
El intérprete británico ha encarnado a la criatura Gollum en la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’, a King Kong en el remake, también a las órdenes de Peter Jackson, y al Capitán Haddock en el ‘Tinín’ de Spielberg, por lo que se ha ganado el apodo de actor digital, o actor sin rostro y se ha convertido en una estrella mundial dentro de la técnica de captura del movimiento.
Tom Rothman, directivo de FOX, se ha empeñado en conseguir la nominación y argumenta que "aunque su rostro en realidad no aparezca, su trabajo lo merece” porque “las cosas que el público sintió es gracias a su actuación". Además señala que “le doy la Academia mucho más crédito de lo que lo hace el resto de la gente. No creo que sean un puñado de viejos aburridos, son gente inteligente y me gustaría pensar que en este tema van a demostrarlo".
Si finalmente Serkis fuera nominado se trataría de un caso sin precedentes, ya que todavía no se ha reconocido la labor de ningún actor enfundado en un traje digital en la categoría de mejor actor de reparto.
El debate está abierto, ¿puede considerarse interpretación transmitir emociones y sentimientos a través de un traje digital?, o ¿ese tipo de actuaciones solamente deben considerarse efectos visuales?.

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