sábado, 25 de diciembre de 2010

FILA 2 ASIENTO 8 EN L'INFORMADOR 24-12-2010


En estas fechas la Navidad no solo inunda las calles de las ciudades, también se cuela a través de la pequeña pantalla. Estos días tenemos más tiempo del habitual para sentarnos en el sofá y dejarnos llevar por un mundo de fantasía donde los copos de nieve, Papá Noel,  los villancicos, los trineos conducidos por renos y los regalos nos hacen sonreír.
Tanto a mayores como a pequeños nos gusta disfrutar de la magia de la Navidad y no podemos resistirnos a ver año tras año las mismas películas. Títulos clásicos y modernos con transfondo navideño componen la parrilla televisiva de estos días: Qué bello es vivir, Love Actually, Solo en casa o Un padre en apuros, entre otras muchas, nos anuncian la llegada de la Navidad aunque también lo hagan, sin tener una relación directa con esta festividad los clásicos Disney, Mujercitas  o 7 novias para 7 hermanos.
Pero ¿por qué no nos importa volver a ver estas películas si la mayoría nos las sabemos de memoria? Muchas veces la televisión no nos ofrece una opción mejor, pero no podemos negar que a todos, de una manera o de otra, nos invade “el espíritu navideño”. Podemos poner en duda la calidad de alguno de los títulos que se programan, pero no podemos cuestionar la satisfacción  que nos proporciona formar parte de una historia en la que la generosidad, el amor, la amistad y el respeto siempre vencen. ¡Felices Fiestas!


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