El otro día, echando un vistazo a la versión digital de la revista especializada en cine CINEMANÍA, encontré un reportaje que hablaba sobre premios relacionados con la industria del cine que nada tienen que ver con los Oscar o los Goya.
Algunos de los que más me sorprendieron son, por ejemplo, los premios Taurus. Estos galardones reconocen a los mejores especialistas, y es que son muchos los que se juegan el tipo para que las grandes estrellas no corran peligro o no se “despeinen”. Entre las categorías premiadas se encuentran la de mejor pelea, mejor escena con fuego o caída más dura.
Otro de los premios curiosos son los Golden Choc-Top que se dedican a darle un poco de protagonismo a las películas más ignoradas del año, porque conseguir que te ignoren también es tarea difícil.
Y por último también llamaron mi atención los premios Videographer Awards que se entregan a los cineastas especializados en trabajos por encargo y que premian, entre otros, al mejor vídeo de boda.
No puede ser todo alfombras rojas (bueno cada vez hay menos rojas, los colores de las marcas publicitarias mandan) y caras conocidas. En el cine trabaja mucha gente… y por qué no dedicarles un poco de tiempo de vez en cuando. Independientemente de que su aportación sea positiva o negativa algo contribuyen.
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