A partir de ahora las notas de Memorias de África o Bailando con Lobos sonarán con menos fuerza. Y es que su compositor, John Barry, permanecerá en “mute” a partir de ahora a causa de un paro cardíaco a sus 77 años.
Barry, con más de un centenar de bandas sonoras y cinco Oscar se convirtió en uno de los músicos más respetados y populares de la historia del cine. Fue el responsable de ponerle música a cintas como Cowboy de medianoche (John Schlesinger), Fuego en el cuerpo (Lawrence Kasdan), Memorias de África (Sydney Pollack), Bailando con lobos (Kevin Costner) y algunas de las películas de James Bond. Pero Barry no se limitó solamente a poner música, fue más allá. Dotó a todas las películas en las que trabajo de una melodía particular y personal sin la que estas cintas no hubieran sido la misma. O a caso ¿la secuencia en la que Robert Redford sobrevuela con una avioneta los impresionantes paisajes africanos sería lo mismo sin el toque de las notas de Barry?
Muchas veces no le damos la importancia suficiente a la banda sonora, pero al igual que los movimientos de cámara o la iluminación, la música guía nuestros sentimientos y es la que nos provoca miedo, tristeza o alegría. Y si no probad a ver una escena de una película de miedo sin sonido, os aseguro que si se eliminan las notas mantenidas el susto no es el mismo. Aunque de la misma manera que la música cumple su función, el silencio, por sorprendente que nos parezca también es el causante de muchas de las sensaciones, que ingenuamente pensamos que nos está proporcionando una imagen. Es cierto que una imagen vale más que mil palabras, pero también lo es que sin el acompañamiento melódico adecuado la imagen pierde parte de su valor.
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